En 2021, ambos países anunciaron un giro a su política antidrogas, tras 15 años de una estrategia predominantemente militar. Desde su lanzamiento en 2006, México acumula unos 340,000 asesinatos y miles de desaparecidos, sin que los cárteles se hayan debilitado.
AMLO impulsa una política de “abrazos, no balazos” que plantea aumentar la inversión social en zonas donde operan los cárteles para atacar las causas del narcotráfico.
Pero mantiene operaciones como la que llevó a la captura, el pasado jueves en Culiacán, de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “Chapo” Guzmán, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos. Ese operativo dejó 29 muertos.
Según la oficina de Garland, durante la visita también se abordará el tráfico de armas, en momentos en que México promueve dos demandas contra fabricantes estadounidenses.
Una alianza medioambiental con México
Con la presencia del enviado especial para el clima, John Kerry, el calentamiento global también estará en la agenda.
En la COP27, los dos gobiernos anunciaron un proyecto de energías renovables conjunto de $48,000 millones de inversiones, en el cual México se comprometió a ampliar sus objetivos de reducción de gases de efecto invernadero hasta 2030.
Como parte de esa estrategia, México impulsa el Plan Sonora, que incluye la explotación del litio -mineral clave para las nuevas tecnologías y autos eléctricos-, la producción de estos vehículos mediante la relocalización de armadoras- y la construcción de seis plantas de energía solar.
También proyecta vincular el plan con el clúster de semiconductores que se construye en el estado de Arizona (fronterizo con Sonora), dentro de la estrategia de Washington para disminuir su dependencia de Asia en la fabricación de esos componentes.
Fuente: Univision.com