Según insistió Biden en su comparecencia, le dejó claro a Xi que no ha cambiado la política de “Una China”.
Preguntado por los periodistas, el presidente dijo estar convencido de que “no existe un intento inminente de invasión de Taiwán por parte de China”.
Xi, según la versión del gobierno chino, “subrayó que Taiwán está en el núcleo central de los intereses chinos, en la base fundacional de las relaciones entre EEUU y China y es la línea roja que no debe ser cruzada”.
También discutieron la invasión rusa de Ucrania y reafirmaron que la amenaza o el uso de armas nucleares es “totalmente inaceptable”, dijo Biden, en aparente alusión las veladas amenazas de uso de su arsenal atómico hechas por Vladimir Putin.
“No hay sustituto para las reuniones cara a cara”
El encuentro empezó con ambos mandatarios dándose la mano y posando para las cámaras. El estadounidense le dijo a su homólogo chino que “no hay sustituto” para las reuniones cara a cara
Según la Casa Blanca, Biden se comprometió a “mantener las líneas de comunicación abierta”.
Las delegaciones de Estados Unidos y China reunidas en Bali para una importante reunión bilateral. Crédito: SAUL LOEB/AFP via Getty Images
“Tenemos que encontrar la dirección correcta” en las relaciones, afirmó por su parte Xi Jinping, quien defendió que el mundo está en “una encrucijada” y espera que China y Estados Unidos “gestionarán de forma adecuada” esta situación.
Pero los mensajes conciliadores contrastan con las múltiples disputas aparecidas entre ambas potencias en los últimos años: guerra comercial, origen de la pandemia, derechos humanos en China, el estatus de Taiwán.
Antes del encuentro, la delegación estadounidense dijo que el objetivo último era fijar “salvaguardias” y aclarar “las reglas” de su rivalidad. El mensaje de Pekín era similar: mantener “las diferencias bajo control” y promover “una cooperación beneficiosa”, dijo una portavoz diplomática.
Bajo la batuta de Xi Jinping, quien obtuvo en octubre un histórico tercer mandato al frente del país, China desplegó una conducta exterior más asertiva para cambiar el orden mundial liderado por Estados Unidos.
Desde Washington, aunque sin la agresiva retórica de su antecesor Donald Trump que lanzó una guerra comercial con China, Biden mostró firmeza.