Los expertos están divididos en torno a cuánto tiempo las compras en el supermercado se sentirán como una búsqueda del tesoro.
Dankert cree que se trata de un contratiempo, y que el país volverá pronto a la normalidad, aunque todavía con problemas en la cadena de suministro y escasez de mano de obra.
“No habrá una escasez de productos prolongada, solo incidentes esporádicos y aislados”, señaló Dankert.
Pero otros no son tan optimistas.
Geoff Freeman, presidente y director general de la Consumer Brands Association, dijo que los problemas relacionados con ómicron podrían aumentar a medida que la variante se propague en la región centro norte del país, donde operan muchas compañías grandes de alimentos empaquetados como Kellogg y General Mills Inc.
Señaló que cree que el gobierno federal debería hacer un mejor trabajo para garantizar que los trabajadores de la industria alimentaria tengan acceso a pruebas de coronavirus.
También dice que debiera haber normas unificadas para cosas como los procedimientos de cuarentena para empleados vacunados. Ahora mismo, comentó, las compañías están lidiando con una mezcla de regulaciones locales.
A largo plazo, podría tomar tiempo para que las tiendas y compañías de alimentos descifren los patrones de compras de los clientes que surjan a medida que la pandemia vaya remitiendo, dijo Doug Baker, vicepresidente de relaciones industriales de la FMI.
“Pasamos de un sistema de inventario puntual a una demanda sin precedentes sobre una demanda sin precedentes”, comentó.
Fuente: Univision.com